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Sumar Juntos de Banco Pichincha dota de agua potable a poblaciones rurales de Ecuador

Sumar Juntos de Banco Pichincha dota de agua potable a poblaciones rurales de Ecuador

Redacción Banco Pichincha

21 de Marzo 2025

En confianza

Tiempo de lectura: 3 min

 

En Ecuador, 6 de cada 10 familias que viven en zonas rurales aún no tienen acceso a agua potable. Conseguirla implica recorrer largas distancias o pagar altos costos. Para dar respuesta a esta realidad, Banco Pichincha impulsa la iniciativa Sumar Juntos que ya le ha cambiado la vida a más de 5.000 personas en el país.  

 

Gracias a este proyecto, hasta principios de 2025 se han entregado 14 sistemas de agua en cinco provincias (Carchi, Cotopaxi, Morona Santiago, Manabí y Tungurahua). 

¿De qué se trata la iniciativa Sumar Juntos? 

El fideicomiso Sumar Juntos nació en marzo de 2020 con un aporte inicial de 10 millones de dólares. En ese momento centró sus esfuerzos en mitigar los efectos de la pandemia por el COVID-19, prestar ayuda a la población más vulnerable y mejorar la capacidad instalada del sistema sanitario del país. Superada la crisis, esta labor evolucionó hacia un objetivo aún más ambicioso y de impacto duradero: garantizar el acceso a agua potable y saneamiento en comunidades rurales del Ecuador 

 

Actualmente, Sumar Juntos trabaja a través de alianzas estratégicas con distintas ONG para construir y rehabilitar sistemas de agua potable en las zonas más vulnerables, donde miles de familias aún dependen de fuentes inseguras o, en muchos casos, no tienen acceso a agua. 

36,7%

de niñas y niños menores de 5 años consumen agua contaminada con heces fecales. .

La falta de higiene, agua limpia y saneamiento se encuentran entre las principales causas de la desnutrición crónica infantil en Ecuador.

Impactando a más comunidades rurales en 2025 

El 9 de mayo de 2024 se entregaron los dos primeros sistemas de provisión de agua potable para 1.000 personas de las comunidades de Athal y La Delicia, en el cantón Montúfar, provincia del Carchi. El año cerró con 12 más y en 2025, reafirmamos nuestro compromiso y seguimos expandiendo nuestro impacto, llevando agua potable a más comunidades y mejorando su calidad de vida. 

Un ejemplo, las comunidades rurales El Churo y El Aguacate, en Pedernales (Manabí). Las familias debían pagar hasta 45 dólares mensuales para abastecerse de agua con camiones cisterna. Ahora solo destinan $4,40 (15 veces menos), gracias a este proyecto de Banco Pichincha. Esto es especialmente relevante considerando que sus ingresos mensuales oscilan entre $100 y $120. 

 

Sumar Juntos no solo garantiza acceso a este recurso vital, sino que también genera fuentes de empleo en cada comunidad, impulsando la economía local, a través de la contratación de mano de obra para su construcción y mantenimiento.  

Miles de vidas transformadas con cada sistema de agua potable 

En muchas comunidades, el acceso al agua era un desafío diario. Sin infraestructura adecuada, las familias debían recorrer largas distancias, pasando hasta cinco horas al día para recolectar agua de ríos o pozos naturales. 

¿Cuál es la diferencia entre agua segura y agua potable? 

No toda el agua que parece limpia es segura para el consumo. El agua potable cumple con estrictos estándares de calidad nacionales e internacionales, asegurando que no contenga elementos contaminantes ni represente riesgos para la salud. 

 

 En cambio, el agua segura es un término más amplio que indica que ha sido tratada para reducir riesgos, pero no garantiza que sea completamente apta para el consumo humano. Por eso, en Sumar Juntos implementamos sistemas de agua potable, garantizando que las comunidades rurales accedan a un recurso seguro, de calidad y apto para el consumo diario. 

El acceso al agua potable es una herramienta fundamental para transformar vidas; en cada proyecto buscamos crear impacto duradero en todas las comunidades, brindándoles la oportunidad de un desarrollo sostenible y mejor calidad de vida.

José Luis Álvarez

Representante de Sumar Juntos.

En Banco Pichincha sabemos que el acceso al agua potable va más allá de solo construir tuberías y tanques. Con Sumar Juntos, no solo dotamos a las comunidades de infraestructura, sino que también nos aseguramos de que el servicio sea sostenible en el tiempo. Por eso, fortalecemos a las organizaciones que administran estos sistemas, capacitándolas en liderazgo, equidad de género, participación de jóvenes y gestión ambiental. Así, garantizamos que el acceso al agua potable sea una realidad duradera y beneficie a más familias en el país.  

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