Obsolescencia programada y su impacto en el planeta Redacción Banco Pichincha 11 de Agosto 2022 Sostenibilidad Tiempo de lectura: 3 min Seguro has escuchado que antes las baterías de los celulares duraban más. ¿Tú también sientes que los productos electrónicos que compras cada vez tienen un período de vida más corto de lo que deberían? y ¿crees que debes cambiarlos en cuanto te dan problemas? La obsolescencia programada es una idea que está generando un crecimiento imparable de basura produciendo un impacto ambiental a gran escala. ¿Qué es la obsolescencia programada? La obsolescencia programada es la planificación deliberada del fin de la vida útil de un producto. Los fabricantes lo diseñan para que en un período de tiempo determinado deje de funcionar correctamente. El objetivo de esta práctica es conseguir un beneficio económico, al obligar a los usuarios a comprar nuevas versiones del mismo. Los productos diseñados para tener una vida útil corta generan una gran cantidad residuos. Esto, por supuesto, incrementa nuestra huella de carbono y contribuye al calentamiento global. Su impacto en el medio ambiente Cuanto menos dura la vida útil de un producto, más unidades del mismo se desechan. Y aunque el volumen de desperdicio sea menor al de otro tipo de residuos, como los envases, el desecho electrónico tiene igual o mayor impacto medio ambiental, debido a los metales y elementos químicos tóxicos que no son biodegradables. 50 millones de toneladas de residuos electrónicos son generadas en un año. Según un informe de la ONU de 2018, solo el 20% se recicla adecuadamente. Otro de los principales problemas que genera la obsolescencia programada es el consumo de energía durante la cadena de producción. Cada parte de un dispositivo tiene su propia huella cuando se fabrica, ensambla y transporta. Si tenemos en cuenta el consumo de energía durante su vida útil, hablamos de que cada producto termina dejando un impacto ambiental mucho mayor del que imaginamos. El dato En el 2040 las emisiones de carbono resultado de la producción, uso y distribución de aparatos electrónicos representará el 14% de las emisiones totales, según la ONU. Tipos de obsolescencia programada En la actualidad existen diferentes tipos de obsolescencia programada y es probable que no seas consciente de cómo están tan presentes en nuestro día a día. Obsolescencia funcional: ocurre cuando un producto falla después de un tiempo previamente determinado por su fabricante. Las impresoras, por ejemplo, al cabo de cierta cantidad de impresiones dejan de funcionar. Obsolescencia de diseño: es cuando algo se vuelve “anticuado" o pasado de moda. Es el caso de la ropa. Las grandes marcas nos han acostumbrado a tener que renovar el armario con sus nuevas colecciones que sacan cada 15 días. Obsolescencia tecnológica: esto se da cuando un producto se considera anticuado ya que su tecnología no acepta más actualizaciones. Un claro ejemplo son los celulares antiguos que con cada actualización del sistema operativo se ralentizan y no funcionan correctamente. En el peor de los casos resulta imposible actualizarlos. Bonus El primer caso de obsolescencia programada se remonta a 1901. Se trata de la Centennial Light o lámpara incandescente que Thomas Alva Edison creó para que dure 1.500 horas. Con el tiempo, distintos grupos de poder decidieron reducir su vida útil, para aumentar la necesidad y frecuencia en compras de focos de luz. 5 maneras de luchar contra la obsolescencia No es un secreto que los productos electrónicos, desde paneles solares hasta los teléfonos inteligentes, traen beneficios para el mundo y nuevas oportunidades de desarrollo. Pero también sabemos que el planeta tiene recursos limitados y su consumo desenfrenado es una amenaza ambiental. Así puedes contribuir con tu granito de arena para evitar la obsolescencia programada. Compra productos que tengan una larga vida útil. No te dejes llevar por lo que está de moda e investiga todas las alternativas disponibles. Vende o canjea los aparatos electrónicos que ya no uses. Investiga con los fabricantes de la marca si aceptan tu producto viejo como método de descuento para comprar uno más nuevo. Adopta prácticas sostenibles de la economía circular, una tendencia que busca optimizar los recursos que ya tenemos disponibles. Una buena opción es arreglar un electrodoméstico dañado antes de pensar en tirarlo a la basura. Apaga los aparatos electrónicos por las noches para alargar su vida útil. Cuida las baterías de tus dispositivos y evita usar cargadores de carga rápida que pueden producir el sobrecalentamiento de tu equipo y reducir su vida útil. Hoy en día es difícil pensar que un equipo electrónico puede durar más de 10 años, debido al gran avance de la tecnología. Por eso, es necesario replantear los hábitos de consumo y elegir productos responsables de uso prolongado. Desarrollo sostenible Medio ambiente
El dato En el 2040 las emisiones de carbono resultado de la producción, uso y distribución de aparatos electrónicos representará el 14% de las emisiones totales, según la ONU.
Bonus El primer caso de obsolescencia programada se remonta a 1901. Se trata de la Centennial Light o lámpara incandescente que Thomas Alva Edison creó para que dure 1.500 horas. Con el tiempo, distintos grupos de poder decidieron reducir su vida útil, para aumentar la necesidad y frecuencia en compras de focos de luz.
Compra productos que tengan una larga vida útil. No te dejes llevar por lo que está de moda e investiga todas las alternativas disponibles.
Vende o canjea los aparatos electrónicos que ya no uses. Investiga con los fabricantes de la marca si aceptan tu producto viejo como método de descuento para comprar uno más nuevo.
Adopta prácticas sostenibles de la economía circular, una tendencia que busca optimizar los recursos que ya tenemos disponibles. Una buena opción es arreglar un electrodoméstico dañado antes de pensar en tirarlo a la basura.
Cuida las baterías de tus dispositivos y evita usar cargadores de carga rápida que pueden producir el sobrecalentamiento de tu equipo y reducir su vida útil.