Contratar un plan de salud si tienes más de 65 años: porqué es importante Redacción Banco Pichincha 06 de Noviembre 2024 Vida diaria Tiempo de lectura: 3 min Sabemos que la vida puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Hoy te sientes bien, pero mañana puedes enfrentarte a una caída o a un dolor en el pecho que aparece de repente. Las emergencias no avisan y las enfermedades que ves lejanas se vuelven reales. El riesgo es superior cuando eres mayor de los 65 años y es habitual que los planes de salud o medicina prepagada no protejan a partir de esta edad. Además, con el sistema público de salud al borde del colapso, las esperas son interminables y la atención no llega cuando la necesitas. Entendemos que esto puede ser frustrante; por eso, resulta clave encontrar una alternativa para que afrontes cualquier contingencia de salud con tranquilidad. Y es que contar con un plan de medicina prepagada pensado específicamente para personas de esta edad puede marcar la diferencia. ¿Cuáles son los riesgos de no tener un plan de salud después de los 65 años? El 70% de las personas mayores de 65 años enfrentan gastos inesperados. Y aunque siempre hay que valorar lo que conviene más, al no contar con un seguro de salud te enfrentas a vivir situaciones que podrías evitar. Estrés y ansiedad por la incertidumbre: las largas listas de espera son parte del día a día en los hospitales públicos. Este tipo de demoras genera mucha incertidumbre y preocupación en un momento en el que la salud debería ser una prioridad. Endeudamiento familiar: sin un plan de salud, cada gasto médico inesperado puede convertirse en una carga económica significativa para ti y tu familia. Falta de calidad de vida: las dificultades para acceder a chequeos y tratamientos preventivos te ponen en una situación muy vulnerable. Cada día que pasa sin la atención adecuada puede significar perder la oportunidad de detectar problemas de salud a tiempo. Beneficios de contratar un plan de salud para un adulto mayor Es importante ser consciente de la necesidad de protegerte en una etapa donde aumentan los requerimientos de atención médica y las situaciones imprevistas. Un plan de salud o medicina prepagada te permite enfrentarlas con tranquilidad, sin estrés, miedo o incertidumbre, evitando así cualquier preocupación a tu familia. Piensa en beneficios como estos: Tranquilidad familiar: despreocúpate de cualquier gasto inesperado a causa de un imprevisto en tu salud y ten la tranquilidad de saber que estás protegido. Al cuidarte a ti, también estás cuidando a tus seres queridos. Atención médica oportuna: tienes cobertura para consultas, medicamentos, hospitalizaciones o tratamientos. Precio asequible: el plan de salud para personas con más de 65 años de Banco Pichincha, por ejemplo, cuesta solo $32,06 al mes y te permite acceder a todos los beneficios cuando lo necesites y sentirte protegido ante cualquier imprevisto. ¿Qué debería incluir un seguro de salud para mayores de 65 años? Toma nota para que puedas hacer la mejor elección antes de contratar un plan de salud. Hospitalización por enfermedad y/o accidente: lo ideal es que cubra los costos de hospitalización hasta la cobertura del plan contratado, desde la habitación hasta los procedimientos médicos necesarios. Consultas: es imprescindible que puedas tener acceso a atención de medicina general e interna, ginecología, cardiología, traumatología, gastroenterología, urología o dermatología. Tratamientos: debería cubrir, por ejemplo, medicamentos, cuidados postoperatorios, exámenes de laboratorio, apoyo sicológico. Enfermedades crónicas y preexistentes: hay planes que incluyen su cobertura si te diagnosticaron 24 meses antes de la contratación. Tener un plan de salud después de los 65 años en Ecuador es una decisión clave para garantizar una mejor calidad de vida, proteger a la familia de cargas económicas y asegurarte el acceso a servicios médicos de calidad. Además, te brinda tranquilidad emocional en una etapa de la vida en la que el bienestar es más importante que nunca. Seguros Bienestar Estilo de vida
Hospitalización por enfermedad y/o accidente: lo ideal es que cubra los costos de hospitalización hasta la cobertura del plan contratado, desde la habitación hasta los procedimientos médicos necesarios.
Consultas: es imprescindible que puedas tener acceso a atención de medicina general e interna, ginecología, cardiología, traumatología, gastroenterología, urología o dermatología.
Tratamientos: debería cubrir, por ejemplo, medicamentos, cuidados postoperatorios, exámenes de laboratorio, apoyo sicológico.
Enfermedades crónicas y preexistentes: hay planes que incluyen su cobertura si te diagnosticaron 24 meses antes de la contratación.