Deslavando al greenwashing: cómo reconocerlo y evitarlo en tus decisiones de compra Redacción Banco Pichincha 09 de Abril 2024 Sostenibilidad Tiempo de lectura: 6 min Las nuevas generaciones están cada vez más interesadas en la sostenibilidad. Es natural que busquen y escojan marcas que se alineen a este genuino interés de proteger el planeta. Sin embargo, surge una preocupación crucial: ¿cómo pueden estar seguros de que estas aparentes etiquetas 'verdes' y eco-amigables son auténticas y no son solo una táctica de greenwashing? Pero, ¿qué es esto, es posible reconocerlo fácilmente y, lo más importante, se puede evitar caer en sus engañosas trampas? ¡Sigue leyendo! ¿Qué es el greenwashing? Según Greenwash.com, una plataforma creada por la fundación sin fines de lucro Changing Marketers para exponer prácticas irresponsables en el mercado y fomentar el cambio hacia una economía más sostenible, el greenwashing es una estrategia de publicidad y marketing que implica la falsificación o exageración de las credenciales y prácticas ecológicas de un producto, servicio, marca e, incluso, una empresa. Este fenómeno desvía la atención del consumidor de buscar soluciones genuinas y tangibles para los problemas de contaminación y conservación ambiental. El greenwashing puede encontrarse en diversos sectores del mercado, desde la industria alimentaria hasta la tecnológica. Estas tácticas pueden ser sutiles, utilizando colores, gráficos naturales, logotipos "verdes" o desarrollando discursos que intenta presentar a las industrias o sus productos como sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, aunque en realidad no lo son. ¿Por qué es crucial abordar esta problemática? Cada vez más consumidores están mostrando una preocupación significativa por sus decisiones de compra. Depositan su dinero y confianza en aquellas marcas que perciben como responsables y que, en teoría, demuestran un interés genuino en minimizar su impacto ambiental. Según una encuesta realizada por McKinsey and Co. en 2020 en Estados Unidos, aproximadamente el 60% de los consumidores están dispuestos a pagar un precio más alto por productos de marcas que emplean envases sostenibles o se adhieren a prácticas "verdes". En los últimos años, esta tendencia en el mercado ha provocado un aumento en la cantidad de productos etiquetados de esta manera, incluso cuando esta etiqueta puede ser simplemente una palabra más en el empaque. El greenwashing también esconde prácticas poco ecológicas detrás de una cortina de humo “verde”, haciéndoles creer a los consumidores que están contribuyendo con un cambio mucho más sustancial de lo que en realidad es. En este contexto, abordar el greenwashing se vuelve esencial para empoderar a la gente y garantizar que sus decisiones de compra estén respaldadas por información veraz y acciones genuinamente sostenibles. Tres claves para identificar el greenwashing Hay varias formas de identificar si una compañía está aplicando greenwashing a sus estrategias de marketing; por eso, te traemos tres recomendaciones que te ayudarán a discernir si es o no publicidad engañosa. 1. Conceptos y slogans superficiales Términos como "ecoamigable", "sustentable", "consciente", "verde" o "natural" son ampliamente utilizados en la industria publicitaria para promocionar productos y, así, resonar con los consumidores que buscan marcas alineadas a sus valores ambientales. Por eso debes tomar en cuenta que no todo lo que lleva la etiqueta "verde" es automáticamente natural y que lo "natural" no siempre es saludable. La naturaleza alberga elementos como el arsénico y el uranio, químicos naturales, sin duda, pero que no son beneficiosos. ¡Un dato confirmado por Marie Curie! 2. Exceso de diseños con motivos naturales En un intento de parecer más sostenible de lo que realmente es, una empresa puede transformar sus empaques. Para esto, resulta sencillo emplear colores y tonalidades suaves y terrosas, que confieren un aire rústico y que, inconscientemente, el consumidor asociará con acciones ecoamigables. La otra cara de la moneda revela que un envase visualmente "eco" no garantiza que el producto o la etiqueta sean realmente respetuosos con el entorno. No todo papel es ecoamigable, así como tampoco es necesario satanizar el plástico... vaya, lo que queremos decirte es que no podemos recaer en conclusiones tan superficiales. 3. Escasa transparencia en sus procesos Justamente, para evitar caer en conclusiones superficiales, debes preguntarte: ¿qué medidas concretas está adoptando la empresa o marca en pro de reducir su huella de carbono? ¡Esta información debe ser de dominio público! Si no encuentras datos claros al respecto en su sitio web o en sus envases, ¡ten cuidado! Podrías estar ante un intento de greenwashing. Incluso algunas marcas de la industria del fast fashion utilizan plástico reciclado en la confección de sus prendas, lo cual contribuye a promover el reciclaje de botellas de un solo uso, pero minimiza la posibilidad de volver a reciclar esa misma prenda en el futuro. Por lo tanto, la vida útil puede llegar a su fin, a menos que se opte por donarla, repararla, transformarla en otro artículo o revenderla para extender su ciclo de vida. ¿Qué puedes hacer tú contra el greenwashing? Afortunadamente, como consumidores, tenemos el poder de tomar medidas y decisiones para evitar caer en las trampas del greenwashing y hacer elecciones de compra más informadas. Analiza detenidamente las etiquetas Aunque el diseño de los envases pueda tener una apariencia natural, lo esencial es leer con atención los ingredientes, materiales y certificaciones con las que cuenta el envase y producto que estás por adquirir. Existen varios sellos ecológicos oficiales que pueden estar incluidos dentro del embalaje y que puedes aprender a reconocer para comprobar si un producto o servicio se ha realizado tomando en cuenta criterios eco amigables. Estos son algunos ejemplos de iconos que representan certificados oficiales de sostenibilidad y que puedes buscar en tus productos. 2. Elige comprar en pequeños comercios o locales Los agricultores, pequeñas empresas y negocios familiares suelen ser más transparentes en sus prácticas, compartiendo información y respondiendo a tus preguntas. Infórmate y elige con cuidado. 3. Apuesta por segunda mano A pesar de lo atractivos que pueden ser los precios bajos de los productos de grandes cadenas, intenta limitar la frecuencia con la que compras prendas de moda rápida. Considera adquirir prendas de segunda mano o elige aquellas provenientes de fábricas y productores con prácticas más conscientes, siempre que puedas verificar su autenticidad. 4. Opta por artículos con envases reciclables Durante tus compras, busca productos cuyos envases estén claramente etiquetados como aptos para reciclaje, y deposítalos en los puntos de recolección adecuados cuando termines de usarlos. Fíjate en esos triangulitos en las bases o tapas, no están ahí por decoración, sino para informarte sobre el tipo de plástico o material del que está elaborado un envase u otro. 5. Evalúa críticamente la información que recibes Si te encuentras con productos etiquetados como "ecológicos" o "verdes", investiga más a fondo. Indaga sobre su origen, su fabricante y las acciones concretas que lleva a cabo en favor del medio ambiente. En la actualidad, numerosas personas optan por un consumo más consciente, eligiendo productos reutilizables, adquiriendo prendas de vestir de segunda mano y seleccionando alimentos provenientes de cadenas de producción con enfoques más amigables con el ecosistema. Todo suma. El papel de los consumidores es importante para motivar a las empresas respecto a su responsabilidad en el impacto que ejercen en el medio ambiente. Ahora que tienes esta información, ¿estás listo para deslavar el greenwashing? Medio ambiente Tendencias Estilo de vida