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Qué es la aversión a la pérdida.

Aversión a la pérdida: una falsa victoria para tus finanzas personales

Redacción Banco Pichincha

14 de Abril 2024

Educación Financiera

Tiempo de lectura: 4 min

La vida es como si estuviéramos en una partida constante, tratando de evitar a toda costa perder. Retroceder en un juego de mesa o pagar con esos fabulosos billetes dorados de 500 en el Monopolio causa hasta miedo... entre otros comportamientos irracionales, como hacer trampa. Sí, te entendemos perfectamente y sabemos a qué se debe. Se llama aversión a la pérdida y es un juego psicológico del que es difícil salir, pero lo podemos intentar. Veamos lo que es y cómo influye en tus finanzas. ¡Tranquilo, que de esta lectura solo puedes salir ganando!

¿Qué es la aversión a la pérdida?

La aversión a la pérdida es la tendencia que tienen las personas a valorar más el evitar una pérdida que obtener una ganancia equivalente. Es como si nuestro cerebro estuviera programado para proteger lo que ya tenemos en lugar de arriesgarnos a perderlo. La teoría fue propuesta por los psicólogos Daniel Kahneman y Amos Tversky. En sus estudios, demostraron que somos 2,5 veces más sensibles a la pérdida que a la ganancia, incluso si la ganancia es objetivamente mayor.

 

Imagina que te proponen entrar a un juego en el que puedes perder $100 pero ganar $150. Lo más probable es que decidas no participar porque temes más perder que aventurarte a ganar. Es decir, psicológicamente tienen más valor los $100 dólares que ya tienes que los $150 que podrías ganar. En definitiva, no lanzarías los dados porque no tienes certeza de ganar.

 

Pero ¿cómo se traslada esta tendencia a las finanzas personales y las decisiones de compra?

Aversión a la pérdida y FOMO: dos cartas que no suman 40

La aversión a la pérdida está estrechamente vinculada con un término mucho más moderno: el FOMO o fear of missing out (miedo a perderse algo). Y es que juntos son una combinación letal para tus finanzas. Te vuelves propenso a cuanta promo, descuento y beneficio se te cruce por el frente, porque tienes miedo de perder, de dejar ir la oportunidad “de oro”.

1. Por tiempo limitado: el páreme la mano de las promos

2. 2x1 en toda la tienda: ¿piedra, papel o tijera? 

3. Últimas unidades disponibles: ¿Escasez? No seré su víctima

4. Paquete promocional: más por menos siempre es más

5. El cliente feliz: “yo también quiero”

Cero riesgos, cero ganancias reales

Desde otro punto de vista, la aversión a la pérdida también puede limitar tus decisiones financieras relacionadas con el crecimiento económico. ¿Te has preguntado por qué te cuesta tanto iniciar tu propio negocio? ¡Exacto! Porque estás pensando en que podrías perder ese dinero si algo sale mal, pero no te has puesto a pensar en si ese negocio puede convertirse en un verdadero éxito.

 

Cuando crees que estás jugando tus mejores cartas, en realidad te quedaste congelado por la indecisión, el miedo y la falsa victoria de no haber perdido nada.

Bonus

El sesgo de confirmación también puede limitar tus decisiones de compra al llevarte siempre hacia las marcas que ya conoces, aunque haya mejores opciones.

¿Cómo superar el miedo y hacer crecer tus finanzas?

  1. Aprende educación financiera: te empoderarás más y mejor de tu dinero, para tomar decisiones informadas y encontrar las oportunidades que te ofrecen tus productos financieros. 

  2. Controla tus emociones: cuando tengas que tomar una decisión relacionada con el dinero, reconoce tus emociones y racionalízalas. Recuerda que no puedes predecir el futuro y que si no arriesgas no ganas. 

  3. Piensa a largo plazo: el miedo suele proyectarse al futuro inmediato. Por ello, enfócate en tus metas financieras a largo plazo y los resultados positivos que puedes obtener con el tiempo al tomar una u otra decisión financiera. 

  4. Analiza todas las opciones: cuando te encuentres frente a promociones y descuentos, no te obnubiles por la aparente ventaja económica que te están ofreciendo. Recuerda que ahí siempre van a ganar y que, al final, te quedarás o con menos dinero en la cuenta o con una deuda en la tarjeta. 

  5. Diversifica tus inversiones: si el riesgo no es lo tuyo, lo ideal es que vayas por inversiones de riesgo bajo como el depósito a plazos. Sin embargo, la idea es que no pongas todos los huevos en la misma canasta y que complementes esta opción con otras que también puedan generarte ganancias. Poner el dinero a trabajar, es igual a ganar. 

A veces, la vida parece una partida de UNO. ¡No te dejes intimidar por ese +4! Recuerda que mientras juegues, puedes ganar.