Finanzas sin vértigo: mantén la aversión al riesgo a raya Redacción Banco Pichincha 01 de Julio 2024 Educación Financiera Tiempo de lectura: 5 min ¿Eres de los que les encanta el bungee jumping? ¿O prefieres mantener los pies en la tierra? ¿Cuánto estás dispuesto a arriesgar usualmente? Tal vez la aversión al riesgo te paraliza ante opciones más jugosas que podrían significar crecimiento personal y económico. Y es que ser riesgo-averso viene de la mano del miedo. Pero respira, que ahora te ayudaremos a vencer el vértigo de lanzarte en caída libre hacia decisiones financieras más asertivas. Recuerda que el que no arriesga no gana. ¿Qué es la aversión al riesgo? Es un sesgo cognitivo, una tendencia psicológica, que hace que las personas eviten de forma natural las situaciones que impliquen perder, como resultado de tomar un riesgo, en el ámbito que sea incluido el financiero. Los riesgo-aversos odian la incertidumbre y optan siempre por caminos más predecibles, por eso prefieren ‘ir a lo seguro’, aunque lo desconocido suponga una ganancia mayor. Así se manifiesta la aversión al riesgo en tu vida 1. Decisiones: aterrizando siempre en el mismo lugar La aversión al riesgo puede volverte muy indeciso o mandarte siempre hacia lo que ya conoces. ¿Con qué ganas más? ¿Con qué pierdes menos? Esta última pregunta suele ser la guía para la toma de decisiones, dejando de lado que las ganancias pueden ser mayores. Veamos un ejemplo: Estás en el supermercado, frente a la percha de las salsas. La primera es importada de una marca con reputación, tiene buena pinta, cuesta $7,00 y te parece algo costosa. En la otra mano tienes un frasco de salsa de una marca más modesta, el color... ni taaaaan mal, cuesta $4,00 y ya la has probado antes. Te decides por esta opción porque piensas: Ya la conozco. Es más barata, entonces gano una ventaja de $3,00. No, así no funciona... No quiero aventurarme a probar esta nueva salsa y que no me guste. Resultado: te perdiste tremendo descubrimiento, tú que valoras la buena gastronomía. ¡Así con todo y con cosas más importantes! 2. Finanzas personales: ¿malabares o parkour? Llegamos a la economía personal. ¿Estás invirtiendo tu dinero? ¿Estás ahorrando bajo el colchón y haciendo malabares para que el dinero te alcance? ¿Qué estás haciendo para que tu dinero crezca y tu calidad de vida mejore? La aversión al riesgo, combinado con el poco conocimiento de educación financiera, está cerrándote la puerta hacia mejores decisiones financieras. Por ejemplo: Sigues ahorrando en casa o en una cuenta cualquiera porque ya las conoces, pero no buscas un producto financiero especializado en ahorro que te ayude a multiplicar tu dinero. De las inversiones, ni hablar. ¡Te asustan solo pensar en ellas! Crees que involucran un alto riesgo y que perderás tu dinero. Lo que no sabes es que un riesgo-averso también puede invertir de forma segura y predecible con productos como el depósito a plazos. La planificación financiera a futuro puede quedar muy limitada ya que los riesgo-aversos tienden a hacer una proyección más modesta y menos real, evadiendo los potenciales riesgos. A propósito, ¿tienes un fondo para emergencias? La aversión al riesgo puede tenerte malabareando cuando podrías estar parkoureando con seguridad y sorteando los retos financieros de la vida. 3. Crecimiento profesional: ¿soltar el arnés? A nivel laboral, lo más deseado suele ser una empresa que te ofrezca estabilidad en el tiempo. Además, te interesa adaptarte, entender el giro del negocio y, por fin, sentirte cómodo con tu nuevo trabajo. Pronto, dejas de ser el novato y pasan los meses... o los años y te sientes tranquilo, hasta que llega un punto en el que te preguntas: ¿cuánto puedo crecer? ¿qué oportunidades hay afuera? "Tengo nuevas necesidades, nuevas metas, ¿responde mi trabajo a ellas?" Entonces, es probable que necesites un cambio de aires, salir al mercado laboral en busca de una nueva oportunidad de trabajo que se acomode mejor a tus necesidades y metas. Sin embargo, te atemoriza la idea de empezar de nuevo, el periodo de prueba, aprender algo diferente, que el ambiente laboral no sea como lo pintan y la incertidumbre en general propia de un cambio. Bueno, básicamente no quieres quitarte ese arnés que te mantiene atado a tierra y tal vez estás dejando pasar grandes oportunidades laborales que otros sí están aprovechando. ¡La aversión al riesgo haciendo de las suyas! 4. Emprendimiento: nado en aguas abiertas Transformar una pasión en un negocio propio es el sueño de muchos. Sin embargo, a la aversión al riesgo le encantan los emprendedores. Entonces mucha gente prefiere, literalmente, “no arriesgar” un trabajo con ingreso estable y años de experiencia por lanzarse a la incertidumbre que supone construir una empresa desde cero. Los que ya dieron el primer paso y abrieron las puertas de su propio negocio, también continúan al acecho de la aversión al riesgo. Por ejemplo, las decisiones conservadoras pueden limitar el potencial de crecimiento de la empresa, hacerte evadir el financiamiento bancario, invertir en herramientas de trabajo, etc., porque la posible pérdida puede ser mayor. Aversión al riesgo vs aversión a la pérdida Aunque parezcan lo mismo, son tendencias psicológicas diferentes. A continuación, vamos a contarte algunas diferencias entre ambas para que aprendas a reconocerlas y controlarlas. Aversión al riesgoAversión a la pérdidaSe refiere a la inclinación natural a evitar situaciones que impliquen la posibilidad de perder dinero o activos. Se refiere a la mayor sensibilidad ante las pérdidas en comparación con las ganancias de la misma magnitud. e centra en la incertidumbre y la variabilidad. Se centra en el impacto emocional de las pérdidas financieras. Las personas prefieren opciones más seguras y predecibles. Las personas sienten un dolor mayor ante una pérdida que la satisfacción que experimentan ante una ganancia equivalente. Cómo controlar la aversión al riesgo para ganar en las finanzas Conócete: el primer paso es comprender qué tanto está influyendo tu aversión al riesgo en tu vida y tus finanzas. ¿Qué decisiones has dejado de lado por el miedo? ¿Qué tanto ha impactado la incertidumbre en tu toma de decisiones? Aprende educación financiera: conocer sobre los conceptos básicos de las finanzas personales, las inversiones, las deudas y los productos bancarios te permitirá tomar decisiones más informadas y alineadas con tu personalidad financiera y tus necesidades. Ahorra e invierte inteligentemente: si quieres ahorrar para una meta hazlo bien y alcánzala más rápido con un producto bancario que haga crecer tu dinero, como la Cuenta de Ahorro Flexible. También puedes multiplicarlo con un Depósito a plazo que tiene riesgo mínimo, como el de Banco Pichincha. Planifica para el futuro: crea un plan financiero detallado que defina tus objetivos financieros a corto y largo plazo, incluso hasta tu jubilación. Esto te permitirá tomar decisiones consistentes con tu plan y evitar decisiones impulsivas. Asesórate con tu banco: en caso de dudas y temores, recuerda que siempre cuentas con tu propio asesor para que te guie, sobre todo a la hora de contratar un nuevo producto. Economía del comportamiento Consumo Inversiones Estilo de vida
Sigues ahorrando en casa o en una cuenta cualquiera porque ya las conoces, pero no buscas un producto financiero especializado en ahorro que te ayude a multiplicar tu dinero.
De las inversiones, ni hablar. ¡Te asustan solo pensar en ellas! Crees que involucran un alto riesgo y que perderás tu dinero. Lo que no sabes es que un riesgo-averso también puede invertir de forma segura y predecible con productos como el depósito a plazos.
La planificación financiera a futuro puede quedar muy limitada ya que los riesgo-aversos tienden a hacer una proyección más modesta y menos real, evadiendo los potenciales riesgos. A propósito, ¿tienes un fondo para emergencias?